sábado, 2 de abril de 2011

Jeringas

Me diste la nada para que la envuelva en celofán

Y te la reenvie por mail a tu cuenta inexistente.

Mi chica, eras, dijiste. Cerremos esta historia de la peor forma.

Odiandonos.

Caliento motores ahora.

Traigan jeringas que venas sobran.

Las venas que admirabas.

De las que bebiste mis palabras, que boyan en mi sangre, por ellas.

No me gusta la gente tranquila. No me gustan los cobardes.

Ni los que dedican 20 años a ser alguien que no serán nunca.

Y se pierden lo mejor de pasar por este lugar de tristeza oral.

Yo así te suelto los dedos, no sos nada. Ni corres ni flotas.

Traigan jeringas que Belfast me queda a la vuelta de mi casa.

Vos podes seguir de snob en Leiden, perdiendo.

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